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"Los mujeres envejecen como la leche y los hombres como el vino", "los hombres se hace más atractivos con la edad". Estas y algunas otras variantes son las frases que refuerzan una creencia popular muy extendida, pero relativamente cierta: los hombres, a diferencia de las mujeres, no llevan tan mal el envejecimiento, sino que a veces hasta les trae ventajas a la hora de ligar.
Como es de esperarse, muchos tontos piensan que pasando los cuarenta serán galanes solo porque sí, lo cual les traerá varias sorpresas desagradables. Por eso, conviene conocer cinco matices que permitirán entender esta idea en su justa medida, sin más ni menos.
1- La juventud es solo una variable dentro del atractivo masculino
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| Leonardo Dicaprio antes y despues |
No hay duda de que la juventud es una virtud. Una virtud sin mérito, pues todos somos jóvenes por algún tiempo sin haber hecho ningún esfuerzo, pero es una virtud a final de cuentas. No obstante, a diferencia de la juventud femenina, la juventud masculina no trae ningún beneficio especial frente al sexo opuesto.
Una chica joven y con un mínimo de atractivo, sin importar su personalidad ni su inteligencia, tendrá una legión de pretendientes que le darán todo tipo de atenciones mientras su juventud dure. Hablamos de salidas al cine, cenas, copas gratis, ayudas varias, propuestas sexuales, etc. Todo esto empieza a disminuir drásticamente en su vida a partir de cierta edad, hasta desaparecer.
Por su parte, la juventud masculina no va mucho más allá. Así hablemos de alguien extraordinariamente guapo, su lozanía nunca significará las mismas atenciones en igual magnitud que las mujeres jóvenes. Y si nos referimos a chicos del montón, peor. La juventud masculina no ofrece ninguna ventaja especial si no se cuenta con ciertas habilidades sociales o rasgos atractivos de personalidad.
Tantos hombres como mujeres pierden belleza física a lo largo de los años, pero las consecuencias no son las mismas para ambos. De ahí se entiende que mientras una mujer pierde casi todo el atractivo al hacerse mayor, el hombre solo pierda una parte, pudiendo potenciar otras para compensar.
2- La vejez no resta masculinidad, pero sí feminidad
La feminidad está asociada estrechamente a las características juveniles: cuerpo curvilíneo, piel tersa y suave, cabellos largos y sedosos, etc. A su vez, a pesar de que la masculinidad también tiene cánones físicos, estos no están directamente relacionados con la delicadeza de una temprana juventud, sino con el temple y tosquedad de la madurez temprana o media, además de comprender una serie de actitudes que van más allá del físico.
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| El recordado Dr House ha perdido atractivo físico, pero su sex appeal no ha bajado |
Eso explica claramente por qué decimos que la vejez le hace perder feminidad a la mujer, pero no masculinidad al hombre. Un varón guapo podrá convertirse en un viejo feo por culpa de los años, pero jamás en alguien menos masculino. Por el contrario, jamás escucharás a alguien decir algo como "esa viejita es muy femenina".
3- La madurez está asociado a una mejor estabilidad económica
Para nadie es secreto que las mujeres se preocupan por la salud financiera de sus pretendientes. Los desempleados y endeudados son vistos como parias por las féminas, todo lo contrario que los varones solventes. Pero tener una cuenta bancaria saludable no es algo que normalmente se alcance a los veintes, o a veces ni siquiera a los treintas, sino algunos años más adelante.
Un cuarentón no se verá igual de guapo que veinte años atrás, pero una vida resuelta lo puede hacer ver interesante de todas formas. Sin embargo, cabe recordar que el alivio financiero no llega automáticamente por hacerte viejo, sino por haber sido un hombre responsable y fructífero a lo largo de los años. Si ya eres mayor y sigues con los bolsillos vacíos como a los 25, pues no dudes que el envejecimiento sí te habrá destruido.
4- El tiempo refuerza la seguridad y experiencias del varón
Las mujeres valoran en gran medida la seguridad y experiencias de un hombre. Ambas cosas, aunque pueden formar parte de jóvenes audaces que se abrieron paso en el mundo, suelen estar presentes con mayor fuerza en varones que ya llevan como mínimo tres décadas en este planeta. Y es algo que se nota incluso en la mirada, por más que la piel ya no esté tan firme y asomen las primeras canas.
5- Pero ojo: envejecer mejor no significa que serás codiciado por adolescentes y veinteañeras
Esto es lo primero que un hombre que "envejece como el vino" debe grabarse a fuego. Normalmente, si eres un varón que pasa los 40, te conservas bien, tienes algún nivel de éxito y ostentas una personalidad a prueba de balas, ligar será mucho más sencillo que en tu adolescencia y juventud. Pero esa gama de oportunidades se dará con mujeres de tu edad, o tal vez ocho o hasta diez años menos, no con jovencitas.
Las chicas más jóvenes (18-28) no te mirarán, al menos el 98% de ellas no lo hará. ¿Por qué lo harían teniendo tantos otros chicos jóvenes como ellas a disposición? Y si te atreves a desafiar la norma, cuidado, porque te verás como un viejo verde. Salvo excepciones, si quieres ser un maduro codiciado por chicas jóvenes, necesitas ser demasiado atractivo físicamente y/o contar con un notorio estatus social. Yendo a casos reconocidos por todo el mundo, tienes a Leonardo Dicaprio o George Clooney.
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