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lunes, 28 de septiembre de 2015

5 razones para creer en Dios.


1- Le da un sentido "objetivo" a la vida.

Pensar en un propósito personal de la existencia no es algo para lo que todos estén mentalmente capacitados. Debido a que las motivaciones individuales a menudo pueden ser perturbadas y modificadas, se hace menester una fuente que otorgue un valor intrínseco a la vida, un sentido que se mantenga firme por más inestabilidad que la realidad ofrezca.

2- Sostiene una base moral.

Un gran porcentaje de los seres humanos mantienen características infantiles, una de ellas es necesitar a la mamá con la correa en una mano y con un dulce en la otra, vigilando su comportamiento, para según él recibir un premio o castigo por las acciones. Así son muchísimas personas: si "descubren" que no hay dios, se vuelven locas y se inclinan a la barbarie o a un nihilismo deprimente.

3-  Proporciona una última explicación a las cosas.

Siendo estrictos, un dios no siempre es objeto de respuestas claras y racionalmente fundamentadas, pero sí otorga la calma y esperanza de que todas las dudas y sufrimientos de la humanidad tendrán al final una respuesta y consuelo. Sin eso al menos, mucha gente no soportaría vivir.

4- Brinda compañía a la mente humana.

No hay que pensar mucho para darse cuenta que nuestra vida se basa en una constante huida de la soledad. Queremos compañeros, amigos, pareja, familia y demás personas en las que podamos confiar, pero la realidad es que esta gente en algún momento se aburre, cambia o simplemente se va porque tiene que seguir su camino a parte. La idea de un ser espiritual que siempre está mirándonos y guiándonos resulta ser un buen consuelo, ya sea que exista o no.

5- Garantiza la añorada trascendencia.

Al ser humano le desgradada en extremo la idea de que algún día morirá y acabará bajo tierra junto a los demás animales y plantas secas; eso le hace sentir que sus esfuerzos son inútiles. Creer en un dios le da esperanza en una vida más allá de la muerte, fuera de esta realidad que trae tantas insatisfacciones y placeres que se van muy rápido.


  

sábado, 26 de septiembre de 2015

5 prácticas sexuales aberrantes.

1- Lluvia dorada.

Es la práctica más conocida de la lista y se trata de orinar sobre alguna parte del cuerpo de la pareja o directamente en su boca.

2- Cheesecake de fresa.

Se da justo poco antes de la eyaculación. Consiste en darle a la pareja un puñete en la nariz y acto seguido regar su rostro con esperma, imitando de cierta manera un cheesecake de fresa, en donde la sangre del tabique roto es la mermelada y el semen el postre de queso.


3- Felching.

Comúnmente se da en tríos que involucran a dos mujeres y un hombre. Luego de que una de las féminas recibe el semen dentro de su ano o vagina, la otra procede a extraerlo mediante la lengua o succionándolo con la boca hasta tragarlo.

4- Ducha romana.

En esta práctica está presente lo que se conoce como emetofilia, que es la excitación sexual producida por vómitos. Los aficionados a la ducha romana suelen vomitarle a la pareja durante el acto sexual, recibir vómitos, tragarlos e involucrarlos en la felación, donde el chupador será asfixiado con el pene hasta que expectore su almuerzo.

5- Waffle.

Puede darse al principio, durante o al finalizar el acto sexual, y el ejecutante puede ser tanto el activo como el pasivo con al menos un zapato puesto. En esta práctica, el individuo defeca sobre el pecho de su pareja para luego aplastar el excremento con la planta del calzado, dejando marcados los detalles de la suela similar a un gofre.



miércoles, 23 de septiembre de 2015

5 ideas de Dios.

Todo Poderoso

1- El Dios "omnitodo" (personal).

Esta es la concepción de Dios más popular en el mundo actual y pertenece al monoteísmo. Dios no sólo es eterno, también es omnipotente porque todo lo puede; omnipresente porque está en todas partes, nada escapa a su observación; y omnisciente, pues todo lo sabe y conoce, nada le resulta misterioso ni inquietante. Además, se asume que es 100% bondadoso, por lo que le preocupan los acontecimientos de la Tierra.

Esas cualidades lo vuelven un ser perfecto en el sentido más puro de la palabra. Sin embargo, tal infinito poder no se refleja en la realidad del mundo que vivimos. De hecho, los super héroes de los cómics y animes, siendo muchas veces humanos y con habilidades obviamente limitadas, parecen lograr mayor efectividad en el funcionamiento de la vida de los hombres.

Ante una contradicción tan evidente, los defensores de Dios tienen peros bastante estructurados que sofistican su doctrina. Temas como el libre albedrío, el problema del mal, el concepto del pecado, los mundos posibles, etc, son algunas de los tantos alegatos teístas para responder a preguntas tan incómodas como "si Dios puede erradicar el mal de una vez ¿por qué espera tanto? ¿por qué lo deja seguir?" o "si Dios sabía que iban a descuartizar vivo a ese niño ¿por qué lo permitió?", etc.

Esto hace que los problemas teológicos sean más complicados en este tipo de Dios y que a menudo genere puntos de vista tan radicalmente opuestos entre la gente. Por su supuesto, no falta el creyente que intenta escapar a ello diciendo que es inútil razonar y juzgar las (in)acciones divinas siendo nosotros los pecadores, los imperfectos y cegados. Es parte inevitable del paternalismo que se desprende de un dios con estas características.



2- El Dios "en todo" (personal).

La diferencia entre este dios totalitario y el anterior es notable. Uno concentra en su persona todas las cualidades ilimitadas, pero aunque esté en todas partes es un ente ajeno a este mundo físico, por algo es un dios personal al que tú debes buscar. En cambio, este Dios está presente en todo lugar de una forma más cotidiana e inevitable, puesto que la naturaleza misma es parte de su ser.

Dicho de un modo más claro, mientras el primer dios te observa desde el cielo, desde debajo de las aguas y desde debajo de la tierra; este dios tiene directamente un pedazo de su ser en el agua, el viento, la tierra e incluso en ti mismo. Este es el concepto de panteísmo en líneas generales, pero por si acaso no es el único matiz que existe al respecto.

En este caso, si bien Dios es todo y todos, igual se trata de una fuerza mística, de un abstracto. Aunque sea una idea divina más cercana a nosotros, sigue siendo un dios que en ciertos casos requiere intermediarios, puesto que sólo somos la parte de un todo que sigue siendo un gran misterio. Un dios aún trascendente que no pierde del todo su carácter personal, y que no admite que su cuerpo-creación sea considerado "un valle de lágrimas" ni un despojo del pecado. 

www.mindomo.com

3- El Dios "es todo" (no personal).

Aquí Dios no se divide en todo, aquí directamente él es todo lo que existe, sin más. Es un panteísmo materialista que entra en comunión con la teoría de un universo eterno que nadie crea. Dios mismo es una calculadora enorme e infinita. Sin embargo, aunque suena muy integrador y diplomático, es una idea bastante fría porque no otorga la esperanza que se supone un dios debe traer.

Esta clase de dios no es una entidad que sea capaz de escucharnos ni de amarnos, sólo es el todo... un todo que llega a ser igual que nada, ya que bajo estos términos cualquier teología y doctrina se hace inútil. No hay objeto sobre el cual se pueda construir religiosidad, no hay un motivo para diferenciarlo del ateísmo.

Esta inmanencia en estado puro no gusta para nada a los creyentes, puesto que además de significar que cosas como la muerte y la injusticia son Dios, también le quita sentido a la idea de lo divino. Y razón no les falta porque ¿para qué molestarse en usar un término especial y sobrenatural para un todo que sólo es material?

www.loucarrigan.com

4- El Dios indiferente.

La pequeña, pero a la vez enorme diferencia con el dios absoluto de las religiones abráhamicas, es que este dios simplemente no tiene interés en el mundo. Él lo creó sabiendo de antemano todo lo que pasaría según las condiciones específicas que planteó desde el primer segundo; a partir de ahí cuelga los guantes y deja que las cosas sucedan, siendo en el mejor de los casos un observador.

Dado su distanciamiento de la creación universal, resulta un misterio inútil el hecho de si es omnipotente y omnipresente o ninguno de ambos; lo único visible es que tuvo el poder necesario para crear al menos una vez lo que ahora sabemos que existe. Asimismo, no tiene sentido preguntarse si es bueno o malo por no intervenir, ya que no es algo que podamos saber. Ni tampoco nos serviría. 

El simple hecho de crear el universo ya es mérito suficiente para reconocerlo como Dios y sentir gratitud por existir. Estamos frente a una idea que pretende ser compleja y a la vez simple, pero tiende mucho más a lo segundo.

DarkMatter2525

5- El Dios co-eterno con la materia.

Algo muy popular en la idea de la creación divina es la llamada creación ex nihilo, en donde la nada pasa a ser algo gracias a manos divinas. Esta idea es en extremo conflictiva, porque si un deísta cree que Dios hizo todo a partir de la nada ¿entonces con qué derecho le reclama a un creyente en el origen espontáneo del universo? 

¿Por qué es mejor pensar que la nada parió algo a través de un ser indemostrado que a través de sí misma? Si una primera causa eterna es inevitable ¿por qué asumir que se trata de un ser todopoderoso y no de una materia eterna? ¿Por qué no puede ser la creación dios mismo si la nada nada causa? Y si Dios creó todo a través de si mismo ¿Por qué abandonar la inmanencia separando a Dios de su creación con términos gratuitos como lo inmaterial o espiritual?

wondergressive.com

Para evitar toparse con dioses inmanentes y de naturaleza ex nihilo, que ya de por si traen sus propios problemas, existe una idea de eternidad de la que no solo goza Dios, sino también la mínima expresión de la materia que precedió al Big Bang. Dios es co-eterno con la materia, así no se agitan las aguas del espíritu que se mueven a la corriente de la trascendencia, ni las aguas del materialismo que confían en que la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma.

El hecho de que la materia sea eterna junto a Dios, no la equipara con él ni le otorga un valor especial, porque ella no puede hacer nada por sí misma de no ser por la intervención divina que la transformó inteligentemente con un orden progresivo. No es entonces que hablemos de dos dioses ni mucho menos. No es un Dios incompleto ni partido.

Lamentablemente, aunque esto "alivia" problemas de pensamiento en torno al origen de las cosas,  no impide la aparición de problemas filosóficos y teológicos con respecto a los atributos divinos y la realidad del mundo. Tal parece que para quien quiere creer, la fe le será siempre necesaria y nunca suficiente.  


lunes, 21 de septiembre de 2015

5 razones para no tener hijos.



1- Exigen mucho tiempo.

Cada vez la vida moderna es más competitiva y acelerada. Esa amarga realidad es directamente proporcional con el tiempo que debemos dedicar en instruirnos para poder afrontar el mundo de hoy. Por lo que criar un hijo significa invertir años de tiempo que bien podrían ser usados en el crecimiento propio.

Debido a ello es que muchas sociedades actuales están experimentando fuertes descensos en la tasa de natalidad y al mismo tiempo una mejora en la calidad de vida de sus individuos. No tendría sentido un panorama opuesto: aumento de número de nacimientos y personas con menor nivel de vida por no dedicar tiempo a sí mismas.

2- Exigen mucho dinero.

Este punto es muy parecido al anterior. El mundo es cada vez más competitivo y además costoso, por lo que se necesita mayor cantidad de dinero para costear estudios de buen nivel, sin mencionar que los precios de muchas necesidades no paran de subir.

A eso hay que sumarle un nuevo ser que durante años 18 años o más requerirá el pago de una educación, alimentación, salud, comodidades y otras cosas. Si quieres, también suma otra angustia: la hipoteca de una casa propia, algo que es cada vez más duro de conseguir.

3- No podrás ser tú mismo.

No contento con que deberás negarte a ti mismo en forma de dinero y tiempo, también tendrás que reprimir muchos aspectos de tu carácter y aficiones para que no sean un"mal ejemplo" en esa tabula rasa viviente. Nada de desquitar tu rabia diciendo groserías o golpeando la pared, nada de ver sexo y violencia, nada de hablar mal de otro a sus espaldas, etc, porque tu retoño podría observar y aprender (copiar) ello.

Eso sin mencionar que deberás adoptar muchos métodos y creencias convencionales que te parecen estúpidas sólo para asegurarte de que estás criando a tu hijo "acorde al tiempo", ya que no tienes ni idea de cómo empezar por cuenta propia, porque nadie enseña a nadie a ser buen padre.


4- Tendrás la culpa de todo.

Por lo menos durante su niñez y parte de su juventud, eres responsable de todo lo que haga y le pase. El famoso dicho popular "uno es como lo crían en casa", siempre te pesará. Si tu hijo comete una indecencia de niño, el juicio social será que lo aprendió de ti (aunque no necesariamente sea así) o de amistades que no te has tomado día y noche en observar. Incluso muchos problemas que tenga de adulto serán culpa tuya, porque se asume que los traumas y malas crianzas repercuten en toda una vida.

5- El mundo es cruel.

Los filósofos más grandes parecen coincidir en que la especie humana es un error en la naturaleza y que su sociedad es, en el mejor de los casos, una enfermedad bajo tratamiento. Asimismo, las religiones existen precisamentes porque vivir en este mundo es un terrible azote, no en vano están sus mensajes para tener esperanza en una tierra que, a diferencia de esta, carece de sufrimientos.

Si te abstienes de tener un hijo, habrás librado a un ser humano de visitar este lugar lleno de guerra, injusticias y muerte. Así que no hay forma de que algún criticón tradicional te venga con el absurdo "no tienes hijos por egoísta".

viernes, 18 de septiembre de 2015

5 mitos sobre los ateos.



1- Creen en la nada.

"Creen que todo vino de la nada", "creen que el universo salió de la nada", etc es lo que se suele decir de un ateo. En realidad los ateos serios no creen tal cosa, siendo defensores de la teoría del Big Bang como originadora del universo. En cuanto a lo que hubo antes de la explosión o si tiene sentido preguntarse ello, es algo que se estudia y conjetura actualmente.

2- Son muy intelectuales.

Grandes intelectuales los hay ateos y creyentes de alguna religión. Otra cosa es que muchos ateos jóvenes y pretenciosos tengan ínfulas de sofisticación académica, lo cual no significa que exista una relación intrínseca entre ateísmo y conocimiento. De hecho, concluir para uno mismo la existencia o inexistencia de Dios no requiere gran esfuerzo, a menudo la gente se basta de razonamientos simples para eso.

3- No valoran la vida.

Quien tenga esta idea sobre los ateos es porque está proyectando sobre ellos su perspectiva propia, la cual sostiene que si no hay dios ni otra vida, entonces todos los esfuerzos hechos en esta son inútiles y por ende no hay sentido alguno. Esto se debe a que el creyente vive según la lógica del premio y castigo divino; para él la existencia sólo importa a medida que haya otra en un lugar mejor.

Para un ateo la cosa es distinta: la vida es un fin en si mismo y considera que vivir pensando en otra es negarla. Además, siente que la condición efímera de la existencia hace patente su infinita importancia, puesto que es irrepetible y que por eso hay que vivirla al máximo, defendiéndola y aprovechándola. Lógica ironía.

4- No tienen moral.

Esta patraña es dicha a menudo por los creyentes de generaciones pasadas debido a que son más conservadores. Los ateos no tienen problemas en aceptar y defender cierto sistema de valores morales. Sin embargo, reconocen que, salvo matar o mentir, estos son relativos al contexto histórico y cultural.

Algo innegable es que, aun asumiendo la existencia de Dios, las ideas sobre lo bueno y malo han variado considerablemente a lo largo de la historia, tanto en el mundo "pagano" como en el cristiano. Esto lo reconoce perfectamente el ateo, y es por eso que considera a muchas de las valoraciones morales como dinámicas en el tiempo, siempre sujetas a juicio y debate. Es soberbio pensar que hemos llegado a la cima del consenso moral y que este no cambiará.

5- Son una moda de Internet.

Con mucha frecuencia es lo que se dice hoy en día debido a que las posturas escépticas están transmitiéndose por las redes sociales, las que en su mayoría son usadas por jóvenes. Aquí sólo se aprecia una cara de la moneda, porque en realidad lo mismo está pasando con las creencias religiosas y otras corrientes de pensamiento y estilos de vida.

Que haya un crecimiento de jóvenes ateos a causa del internet es por la misma razón que también aumentó el número de cristianos evangélicos, veganos, conspiranoicos, "indignados", antiimperialistas, antichavistas, pacifistas, etc: la era digital, esa que permite que información de todo tipo (buena y mala) esté al alcance de todos y se pueda difundir de forma masiva.

lunes, 14 de septiembre de 2015

5 tipos de ex parejas (quizá no tan comunes).

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1- La que no te olvida nunca.

Es fácil reconocer a ese tipo de ex pareja cuando sabes que te vigila todo el tiempo en redes sociales, te manda mensajes o te persigue. Pero a veces es diferente, puede pasar que nunca tiente posibilidades, ni te incomode ni te busque. Sin embargo, a veces una mirada lo delata, lo que llega a ser poético; hasta lo más infantil como una frenética vida social y/o sexual con el sexo opuesto que hace evidente el trauma que dejaste en su ser.

2- La mala sangre.

Está bien que uno se equivoque o que en determinados momentos la haya embarrado con alevosía y excusas baratas. Pero dice mucho de una persona que tiempo después de la ruptura sea capaz de disculparse por el daño que hizo. Lamentablemente estamos en tiempos muy individualistas, donde todo se supone debe depender de cada uno y dejar al otro con sus problemas. 

Eso puede sonar razonable en muchos casos, pero ahora hay una fuerte cultura absurda del tipo  "perdónalo aunque no quiera pedir disculpas" y, el más descarado, "autoperdónate aunque no pidas perdón". Bajo ese criterio que está muy presente en las relaciones rotas, el sinvergüenza vive tranquillo y el otro queda mal por "rencoroso", "despechado". Esos son los tiempos que vivimos.

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3-  La amistad de toda la vida.

Quizá no haya sido estrictamente una amistad desde épocas tan tempranas, pero sí lo suficientemente fuerte para no desmoronarse tras el fallido intento de relación amorosa, manteniendose casi igual o más sincera que antes del fracasado siguiente nivel. Se gastan bromas, salen, hablan de otras personas y posibles parejas como si nunca hubieras tenido nada con él o ella antes. 

Dependiendo de tu forma de ser eso te parecerá un tanto peculiar o de lo más normal, pero es un hecho que te traerá problemas con tu nuevo compromiso, y deberás comprenderlo.

4- La que cambia su vida por completo.

No, no es que haya cambiado radicalmente su forma de comportarse, sino que el rumbo de su vida se ha tornado muy distinto. Pasa que justo después de haber roto con nosotros su vida se vuelve peor que mediocre, o todo lo contrario, mejora en todos los aspectos imaginables, haciéndonos pensar que romper con nosotros fue el paso que necesitaba para conseguir sus objetivos.

Aunque vergonzoso, hay que admitir que con frecuencia una ex pareja "acabada" puede aumentarnos el ego si le guardamos cierto resentimiento o revancha, y que de la misma forma puede producirnos incomodidad si alejarse de nosotros le significó el ascenso al progreso, independientemente de quién haya roto la relación.

taringa.net

5- La que, en cierta forma, no cuenta en la lista.

A algunos les habrá pasado que han tenido una relación con alguien que fue muy corta, o muy fría o tan simple que al final no saben si llamarlo "ex", siendo comunes las expresiones como "fue como un ex-novio(a)", "en teoría estuvimos", entre otros absurdos que a menudo solo tú entenderás, y a medias. Con ellos es todo lo opuesto al ex que se mantiene como tu amigo, porque si bien no le guardas rencor, tampoco lo recuerdas mucho y a veces dudas haberlo conocido bien.



jueves, 10 de septiembre de 2015

5 razones para no volver con un ex tras el alejamiento.

www.mujerypunto.cl

1- No será lo mismo.

Las personas siempre están en una constante transformación del comportamiento. No se trata de un cambio de personalidad, sino de la modificación de ciertas actitudes y patrones a raíz de las experiencias vividas. Puedes llamarlo madurez si gustas, aunque es subjetivo en realidad.

La persona de la que estuviste enamorada será distinta luego de tiempo. Si el susodicho quiere retomar la relación, no te hagas ilusiones con la idea de que revivirán momentos y mucho menos que será la continuación de un amor que no debió parar. Saldrás decepcionado.

2- Mantendrá sus peores defectos.

A simple vista parece que este punto se contradice con el anterior, pero no. Una persona puede volverse más emotiva o fría con el tiempo, menos indiferente o más detallista. Sin embargo, los defectos de la personalidad tales como la sinvergüeceria, la deshonestidad o la amargura casi siempre persisten.

Si dejaste a tu pareja por ya no soportar su actitud iracunda, dominante, olvidadiza, renegona, etc, no creas que algún día va a cambiar su persona. Ella simplemente es así, no puede hacer mucho contra eso, y menos tú.  Lo siento.


3- Con esa persona estabas peor.

Pablo Castel, el misántropo protagonista de El Túnel, decía que todo tiempo pasado fue peor, sólo que en la memoria quedan los buenos recuerdos como mecanismo de defensa para soportar las insatisfacciones del presente. Al parecer, el personaje creado por Ernesto Sábato tenía razón; tendemos a maquillar el pasado y eso suele incluir a las personas que habitaron en él.

Cuando una relación acaba, independientemente de quién haya tomado la iniciativa, es porque las cosas marchaban mal. Regresar en base a los buenos recuerdos sólo hará, por lamentable que suene, que estos terminen desmoronandose, ya que los problemas regresarán y rememoraremos el porqué de la ruptura.

4- No lo amas.

Si luego de haber dejado a tu pareja, has rechazado sus intentos de acercarse, le colgaste el móvil y lo evitaste de mil maneras hasta que dejó de insistir y desapareció al punto de hacer que tú lo extrañes, significa que caíste en una ridícula psicología inversa que te golpea el ego.

No seas una persona deshonesta. Ya no lo amas, solo tienes el ego herido. No busques mover las circunstancias para que el escenario vuelva a dirigir sus luces hacia ti, menos aun si para lograrlo necesitas que el otro te vuelva a poner atención a costa de su tranquilidad.

5- Te busca porque le fue mal con otros.

Te cortaron sin darte las explicaciones correctas; has intentado conversar, te evitaron; has querido buscar soluciones; te hirieron más. Nunca has podido olvidar a esa persona pero aprendiste a no insistir y seguir con tu vida. Sin embargo, por "obra del destino", luego de largo tiempo ella o él es quien quiere buscarte.

En estas circunstancias, lo que siempre hay detrás es una mala ex pareja a la que le salieron los tiros por la culata y terminó dándose cuenta que fue un error dejarte en el camino. Si sabe que  la sigues teniendo presente, buscará recurrir a emociones y otras estrategias de lenta manipulación. Recupera tu orgullo y di para ti mismo "ahora me toca a mí". No, no trates mal a esa persona, la mejor venganza en estos casos es la indiferencia. Provecho.

www.noconectado.com


miércoles, 9 de septiembre de 2015

5 razones para tener sexo anal con mujeres.


1- 0% riesgo de embarazo:

Esta es la primera razón y sin duda también la más poderosa. No importa que sepas ponerte bien un condón, que sea de la mejor marca, que a eso tu chica le adicione un control de su periodo, etc. Siempre algo puede salir mal y sé que al menos una vez en tu vida has buscado desesperado en Google qué tan probable es la fecundación en rebuscadas circunstancias.

Dándole por atrás nunca tendrás ese temor, jamás, no falla ni con brujería en contra. Así puedes venirte dentro de ella sin la aburrida sensación del látex y ver cómo el fluído se asoma por ahí para decirte que lo has hecho bien. Además de que nunca tendrás que gastar en condones ni test de embarazos en la cima de la preocupación.

Niccolò Bellini


2- El trasero femenino es más estético que la vagina.

Pregunta para mujeres ¿en qué creen que suele pensar un hombre que para viendo los traseros de las chicas? Pues es obvio, piensa en meterla por ahí. Así que cuando hagan su rutina de ejercicios para sacar un pompis de diosa, tengan en cuenta que están fortaleciendo el deseo ajeno a sodomizarlas.

Seamos sinceros, las vaginas realmente bonitas son pocas. A menudo esa parte de la mujer más parece una herida abierta en su cuerpo y para colmo bota sangre todos los meses. Sí, sangre. Muy diferente a su ano, chiquito y bonito entre dos nalgas traviesas que excitan desde un primer momento.

Para la objeción a este punto está la higiene. No se diga más, el resto es irrefutable.

3- Es más placentero.

La vagina tiene normalmente una buena capacidad de dilatación, lo que dependiendo del grosor de tu pene puede reducirte el placer. En cambio, el ano de una chica siempre ajustará más sin importar las circunstancias, y por ende sentirás mayor gusto.


4- Te sientes más "poderoso" o "atrevido".

El sexo anal heterosexual está presente en la humanidad desde sus inicios, pero hasta la fecha sigue siendo una práctica mal vista o considerada poco habitual y hasta osada. Por un factor de simple psicologia inversa, es normal que se te suba el ego siempre que logres invadir el trasero de una chica, que sientas que has "cruzado el límite", que llegaste a donde cualquiera así nomas no llega, etc.  

5- A ellas también les puede gustar y mucho.

Por un tema tabú muchas chicas se resisten a siquiera dejar que les pongan un dedo en medio del trasero, siendo también común que otras lo practiquen ocasionalmente sólo para complacer a la pareja. No obstante, también hay mujeres que disfrutan mucho el sexo anal y son las primeras en pedirlo.

En varios de esos casos verás que no es algo que les agradó de la noche a la mañana, sino luego de algunos intentos y fluida comunicación con la pareja. Si eres paciente y sutil, quizá a la larga puedas abrir el trasero de tu chica más seguido de lo que ahora crees. Suerte.

Game of Thrones

lunes, 7 de septiembre de 2015

5 razones para evitar los tatuajes.

www.cuded.com

1- Ya no es rebeldía.

Hubo un prolongado tiempo en el pasado donde tatuarse significaba ir uno o varios pasos más allá para los jóvenes y no tan jóvenes. Tenía mucho sentido en una sociedad bastante más parametrada que rendía culto a la formalidad, la elegancia y la aceptación.

Sin embargo, ahora estamos en tiempos donde la informalidad desea dictar norma y en donde la deconstrucción goza de un terreno nunca antes visto. Ir contra la corriente ya es más que una moda, ya casi parece tradición. Hacerse cirugías, perforaciones y otras cosas sobre la piel es algo de lo que cualquiera presume hoy en día.

Si quieres ser un rebelde de verdad, recuerda esta frase "soy tan rebelde que no tengo tatuajes".

2- Te puedes arrepentir.

Nunca sabes qué tanto puede cambiar tu mentalidad ni gustos más adelante. Quizá ahora te sientas fuertemente emparentado con cierta ideología, tendencia o figura, pero más tarde aquel vínculo puede desaparecer, o por lo menos disminuir a tal punto de pensar que no valía la pena para marcarlo sobre tu piel.

www.zonatattoos.com

3- No podrás donar sangre durante un año.

En 365 días pueden pasar muchas cosas, realmente demasiadas. Y en verdad basta un solo acontecimiento, como el hecho de que un ser querido se accidente y tú seas el único que en ese momento le pueda salvar la vida mediante una transfusión.

4- Es una cadena de privaciones y dinero.

Luego de haber hecho una alta inversión en un buen tatuaje, el problema continúa aún después de cicatrizar. Debes cuidar el volumen de tu cuerpo si no quieres que el diseño se estríe, por lo que tienes que evitar engordar o adelgazar mucho. Debes evitar exponerlo al sol para que los colores no se alteren. Asimismo, al cabo de unos años tienes que pagar retoques para revertir el deterioro.

5- Te verás horrible en la vejez.

Tal vez ahora ese dibujo sobre tu espalda, brazo o pierna se vea atractivo. Pero de aquí a algunas décadas, cuando tus músculos empiecen a colgar a causa de los años, esa obra de arte se deformará. No sólo eso, sino que a tu aspecto físico decadente le sumarás una mancha incierta que acentuará la decrepitud.

foolpix.net


domingo, 6 de septiembre de 2015

5 razones para no creer en Dios.



1- No es tan lógico ni obvio como parece.

Cualquier persona te dirá que lo más lógico es creer en Dios puesto que resulta absurdo afirmar que todo lo que existe "salió de la nada", incluso llegando a decir que eso es lo que piensan los no creyentes y muchos científicos ateos. Sin embargo, atribuir lo existente a la nada es una idea de muy poca o casi nula popularidad entre quienes no creen en dios. 

De hecho, son la mayoría de los que creen en él-por no decir todos- los que consideran que las cosas vinieron de la nada. Se dice literalmente desde el colegio en el curso de religión: "dios creó todo de la nada". Eso es conocido como "creación ex nihilo", y aunque es tan obvio para muchos, ni siquiera era popular en la religiosidad occidental clásica. 

Por ejemplo, para culturas como la griega lo que existía era el "caos", que luego pasó a un "orden" tal como lo conocemos, lo que suena a una versión mitológica del Big Bang; que por cierto, aunque se trata de una teoría aceptada, origina la pregunta sobre quién o qué lo causó. Es inevitable para nuestra mente buscar una causa primera sin más regresiones.

mightymag.org

Pero no es nada sencillo. Estamos ante algo que se sigue estudiando y conjeturando, donde la mayor honestidad consiste en no caer en el salto insostenible de llenar ese hueco desconocido con la idea de un dios personal, consciente y todopoderoso que hizo toda esta expansión de la nada y con todo el amor del mundo.

Ante tanto misterio hay que ser objetivos, sólo hay que darse cuenta de que la idea de un universo en cierta forma eterno o surgido espontáneamente no suena más increíble que un ser vivo, perfecto, absoluto y eterno que en algún momento se le ocurrió originar todo valiéndose de la nada, tal como sus seguidores creen con fervor. 

¿Por qué esa causa original tendría que ser consciente, todopoderosa, benevolente y... eterna? ¿por qué desligar esa causa de su fruto dándole gratuitamente categorías como "espiritual", "inmaterial"? ¿en base a qué se demostraría tal cosa? 

En todo caso, la inmanencia sería lo más lógico y una especie de panteísmo lo más respetable e integrador. Pero claro, de ahí vendría otra cosa ¿por qué sacralizar el todo? ¿por qué llamarlo Dios?

Añadirle gratuitamente consciencia, perfección e intemporalidad a una supuesta primera causa libra al sujeto de responder al origen de esta y otras cuestiones, además de darle ínfulas de importancia cósmica en este inhóspito universo. Hasta parece un simple comodín.

2- La enormidad e indiferencia del universo.


vladstudio

Para muchos en la actualidad el hecho de que el universo sea tan grande y presumiblemente "infinito" es una razón para convencernos del inimaginable poder de un diseñador cósmico, un hacedor aún más grande de lo que los primitivos profetas concibieron en sus manuscritos.

No obstante, si te detienes a pensar con más frialdad, verás que tantísima oscuridad estrellada, llena de explosiones monstruosas, de fenómenos inenarrables, de planetas vacíos o a medio formar que quizá alguna vez tuvieron vida o tal vez nunca la tengan, etc, solo hace patente el hecho de que no somos nada en este vacío.

Se pretende aludir a supuestos ajustes finos que permiten "milagrosamente" la vida en el universo, aunque eso choca colosalmente con la realidad de que, dejando a un lado las teorías conspirativas, no hay evidencia alguna de vida extraterrestre, solo de incontrolables fuerzas azarosas que devoran todo a su alrededor y que amenazan constantemente la tranquilidad de los sistemas que hasta donde se sabe nadie habita, mucho menos alguien inteligente.

Y por si esto fuera poco, no es necesario salir del planeta. Aquí mismo se puede ver la imposibilidad que tiene la vida para desarrollarse en muchos ambientes extensos, surgiendo muchas veces de la forma más básica e improductiva, pareciendo más cercana a una especie de accidente o un trabajo a medio camino, y no a un calculo atribuido a un diseñador con inteligencia y consciencia. 

Siendo sensatos, no hay razón objetiva para pensar que alguien ahí afuera creó todo esto para nuestra contemplación, y mucho menos con el ánimo de preocuparse por cada uno de nosotros en este punto de arena donde vivimos.   


3- La evolución de la religión


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Para mucha gente es una prueba irrefutable de la existencia de Dios el que un 99.9% de los pueblos a lo largo de la existencia haya adorado seres creadores y otras concepciones sobrenaturales. Pero lo único obvio de todo esto es que el hombre es un animal religioso, no es para nada un indicio de una realidad objetiva más allá que haya querido manifestarse inequívocamente en nosotros. 

Basta saber que la primera manifestación religiosa fue el animismo, que el hombre comenzó a adorar a los muertos, a las bestias, al agua, a la piedras, a tallar la madera para bailarle alrededor de una fogata, a rendirle culto al sol, al acto sexual y a todo lo que le permitía, como al resto de los animales de las enormes junglas, sobrevivir día a día en la desgarradora naturaleza. 

Luego de considerar al viento o al agua una deidad en si misma, se concibió un dios sobre cada elemento (adiós inmanencia). Así, poco a poco, a lo largo de la historia, en ciertos lugares los dioses del sexo, de la sabiduría, de la guerra y de la belleza se jerarquizaron hasta que no hubo otra que dar lugar a un padre de todo que concentrara en sí el absoluto y la perfección. 

En vista de ello, resulta evidente que en ningún momento hubo una revelación sobrenatural intencionada por parte de alguien poderoso mirando desde el inframundo, sino solo lentos procesos históricos y geográficos. 

4- La inevitable "humanidad" de su ser.


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Está va más allá que el simple egoísmo, sino que es un antropocentrismo. Cada dios complejo ideado por esta especie no pasa de ser una exageración de las cosas buenas que queremos esperar de otro humano: bueno, servicial, amoroso, fuerte, protector... pero elevado a la infinita potencia y con un marcado carácter paternalista que impide juzgarlo o intentar comprenderlo de veras. 

Así, en busca de estar frente a lo perfecto, paradójicamente, nos postramos ante algo bastante... humano; tan útil con frecuencia para dominar a un colectivo hasta puntos cruelmente alienantes y antinaturales. Tan capaz de aliviar, de traer esperanza como de derramar sangre en nombre de una supuesta armonía. 

Qué curiosa es la similitud entre la dependencia de un hijo con su padre con la idea de Dios, al que curiosamente también se le llama Padre, y que exige obediencia y constante arrepentimiento a sus hijos. En este punto se observa la versión maximizada de un lazo presente en toda familia y jerarquía social, tan llena de defectos y con absolutamente nada de omnipotencia real.


5- El ser humano no soporta su finitud. 


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Eso encierra todo lo anterior y se nota avasalladoramente en todos los puntos. El hombre es el único animal que desarrolló lenguaje, y por ende es capaz de elaborar conceptos, clasificar, valorar, jerarquizar y categorizar el mundo que lo rodea. De ese modo desarrolla e interioriza la vida, la muerte; considera la justicia, la injusticia, la alegría, la desdicha; y vive deseando y tratando de merecer.

Es así que el ser humano tiene la desgracia de ser consciente de mucho y saber que es capaz de controlar tan poco. Logra verse por encima de las demás criaturas con soberbia, pero no admite el hecho de ser tan frágil y mortal como ellas. Su ego no le permite aceptar que al igual que los demás seres, él aquí solo nace, se reproduce y muere. Por eso necesita un propósito bajo otra medida. 

Como a pesar de tanto esfuerzo sabe que al final sólo le espera la tierra junto a los cuadrúpedos y los invertebrados, se erige una figura transcendental que lo librará de eso, que le dará vida en un lugar lejos de este mundo que no le satisface y que reafirmará su importancia sobre los demás animales, además de compensarlo. Ese es Dios.