Los llamados "chicos buenos" son los muchachos que creyeron mucho en las palabras de su madre o hermana a la hora de recibir consejo sobre cómo agradar a las niñas. De seguro te suena un discurso familiar como "a las mujeres nos gustan mucho los caballeros, educados, sensibles, detallistas."
Muy probablemente les hiciste caso y resulta que nadie femenino te corresponde como quieres y sólo te considera su hermano o mejor amigo. Peor aun, te indigna como un tipo físicamente igual o menos atractivo, deshonesto y medio patán siempre se ha ganado lo que tú jamás. Descuida, aquí conocerás cinco motivos de tu infortunio.
1- A las jovencitas no les importa mucho la caballerosidad.
Piensa que quien te dice que las mujeres se derriten ante los caballeros es tu madre o una mujer que bien podría serlo, es decir, una mujer que en el mejor de los casos tiene 35 años y en el peor pasa los 50. Sucede que la mujer cuando es vieja recién aprende a tomar en cuenta lo que en verdad importa a largo plazo y por eso su valoración cambia, además de que ella es de otra época donde había roles e imposiciones de comportamiento más marcados.
Por otro lado, notarás que cuanto más vieja es la mujer, más énfasis le dará a la caballerosidad y a otras galanterías. De joven y guapa ella estaba acostumbrada a esos gestos por parte de más de un hombre con ganas de cortejarla y por eso no le resultaba nada raro ni especial. Ahora de mayor ha perdido atractivo y las atenciones con deseo romántico y sexual de por medio le son esquivas, por eso las valora.
Para colmo, su actual esposo -si lo tiene- muy probablemente ya perdió los gestos que antes le tenía, quizá por desinterés propio (la pasión tiene fecha de caducidad) o porque la señora francamente se ha vuelto insufrible.
Ojo, entiéndase por caballerosidad a gestos como abrir la puerta, ceder el asiento y hacer todo por ella. Eso no les importa tanto, pero que inviertas dinero en ellas es algo que difícilmente les desagrada.