5 cosas pesadas que soportan las mujeres en Facebook

1- Solicitudes de amistad de decenas de desconocidos

Muchos hombres tienen la manía de agregar a su lista de amigos a cuanta chica les parezca bonita, aunque no tengan ni siquiera un contacto en común e incluso viva en otro país ¿por qué lo hacen? ¿qué creen que consiguen? ¿un harén? ¿o ustedes son los que forman parte del harén de arrastrados de ellas? Cualquier persona normal se inclina por lo último. Para comprobarlo solo basta notar que muchas jóvenes tienen en sus perfiles 500 o 3000 seguidores ¿Se trata de una artista emergente? ¿una modelo? No, una chica normal y corriente por la que miles se arrastran, y que ella no tiene tiempo ni ganas de estar dando "rechazar" a sus solicitudes.

2- Comentarios estúpidos

No son pocas las que tiene que lidiar con el comentario de algún brayan desconocido (que ni se acuerda que aceptó) con sus lentes de sol puestos de noche, su ropa de hace tres días, diciendo cosas como "un ángel se cayó del cielo" que en verdad significa "quiero que caigas encima de mi verga".

3- Mensajes sinvergüenzas

Lo más fastidioso y gracioso al mismo tiempo es lo que deben encontrar en la bandeja de entrada o en el aún poco frecuentado buzón de "otros". Muchos brayans y desubicados varios proponen citas y hasta encuentros sexuales con toda la "seriedad" del mundo. 

4- Insultos

Nunca deja de ser curioso como ese brayan de manera mágica cambia su percepción de la chica. Primero es "un angelito que cayó del cielo", luego -tras que ella no le hace caso- pasa a ser una "puta alzada". El chiste se cuenta solo.

5- Ver el miembro genital de algún enfermo por inbox

Por suerte no se trata de una conducta mayoritaria, pero basta con que existan algunos casos (no pocos, por cierto) para que merezca ser mencionado. Existen enfermos que ante la indiferencia o rechazo de la chica mandan una foto enseñando el pene, y para colmo añadiendo más insultos. Cabe mencionar que muchas de las víctimas son muy ingenuas al no denunciar estos hechos y colo contarlos como una anécdota, dejando al depravado en el anonimato.