No es que se limiten a una simple frase que cualquiera en este mundo globalizado se daría la licencia de escribir, sino que emplean varias líneas para hablar de su persona en inglés. Resulta difícil concluir si olvidan que Tinder sólo funciona bajo determinado rango geográfico, por lo que no harán match con ningún norteamericano ni europeo, o que quizá sólo es un complejo contagioso entre ellas.
2- Por poco se desnudan, pero no quieren "pajeros" ni "aventados".
Se puede entender que en la calle quieran sentirse provocativas sin que nadie en especial se los confirme de forma explícita, pero esa misma actitud en Tinder es una completa contradicción sin ningún sentido. Estamos hablando de una aplicación para encuentros, que es superficial y veloz. Si públicas diez fotos tuyas en escote y leggins, y encima cerrando el plano en tus atributos casi al descubierto, se entiende que buscas calentar. En el contexto de Tinder no hay discurso pseudo feminista que valga para eso.
3- Abuso de fotos en perfil y 3/4.
En el 95% de los casos lo hacen para esconder la gordura de su cara, lo que pondría en evidencia su sobrepeso. Más divertido es cuando salen con el cuerpo de frente, cierran el plano sobre su pecho escotado y ponen el rostro de perfil. En esos casos queda garantizado que son gordas que voltean su cara para no mostrar su condición adiposo-facial, pero enseñando las tetas para vender la imagen de ser mujeres esbeltas y curvilíneas que, curiosamente, ocultan el resto de su "sensualidad", repitiendo el patrón en las demás dos o tres fotos que apenas suben.
4- Se ponen edades difíciles de creer.
Es habitual ver perfiles que indican 21 o 23 primaveras, pero las caras en cuestión delatan no menos de 27 o a veces 30. Se puede culpar al desgaste brutal de la vida bohemia que ahora se dan las chicas, pero más razonable es pensar que se debe a la tendencia femenina de siempre: quitarse años, porque saben que así como ellas los prefieren solventes, ellos las prefieren jóvenes.
5- Las más bonitas son menores de 20 años.
En esas edades es donde predomina la belleza en todos los colores y formas, a veces uno se pregunta qué hacen aquí cuando ligarían fácil en una fiesta. Cosa distinta en las mayores de 21, donde la variedad y alto grado de atractivo es relativamente escaso. Mezclando una suerte de antropología con sexualidad del tipo Tinder, se podría decir que las hermosas que ya dejaron la adolescencia conocen su valor en el mercado sexual, y por eso andan de cacería allá afuera en el mundo real, cosa que la adolescente bella aún no vislumbra a causa de su ingenuidad.
Ehhh...no tenéis idea de cómo se ve una mujer de 30 años. La mayoría de las que dicen tener 20 en verdad tienen 40 y muchas que dicen tener menos de 20 tienen 30.
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