Hitler coleccionaba varios accesorios de origen judío para exhibirlos en un museo. Al considerar a ese pueblo como el principal responsable de los problemas alemanes, europeos y mundiales, suena paradójico que pretenda hacerles tal "homenaje". Pues bien, dicho museo se iba a llamar Museo de la Raza Extinta.
2- Odiaba el fútbol:
A pesar de ser el deporte rey y una de las mejores formas físicas de demostrar la superioridad aria que tanto proclamaba, era un ejercicio que a Adolf nada gustaba. A parte de considerarlo vulgar, se piensa que dicha aversión se debía a la supuesta poca capacidad alemana para liderar el balón.
3- Creó convenientemente el título "ario honorario"
Es de difícil credibilidad que Hitler estableciera la categoría de una forma sincera tras ver nobleza y disciplina en un no-blanco, lo más probable es que lo hiciera solo por mero oportunismo tal como hizo con el Imperio Japonés para afianzar su alianza y, como es menos conocido, con algunos militantes importantes de su partido a los que se les descubría antepasados judíos.
4- Amaba a Blancanieves
Casi nadie sabe que era un fanático de Disney, en especial del personaje Blancanieves. Incluso hizo varios bocetos de ella.
5- Se paraba tomando fotos
Hitler rompía la "costumbre" de su tiempo de solo sacarse fotos en momentos especiales. Él tenía un registro compulsivo de fotos suyas en poses a menudo exageradas y ridículas. Era Heinrich Hoffmann el encargado de fotografiarlo para evaluar qué tan temible y/o convincente se veía ante cámaras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario