1- 0% riesgo de embarazo:
Esta es la primera razón y sin duda también la más poderosa. No importa que sepas ponerte bien un condón, que sea de la mejor marca, que a eso tu chica le adicione un control de su periodo, etc. Siempre algo puede salir mal y sé que al menos una vez en tu vida has buscado desesperado en Google qué tan probable es la fecundación en rebuscadas circunstancias.
Dándole por atrás nunca tendrás ese temor, jamás, no falla ni con brujería en contra. Así puedes venirte dentro de ella sin la aburrida sensación del látex y ver cómo el fluído se asoma por ahí para decirte que lo has hecho bien. Además de que nunca tendrás que gastar en condones ni test de embarazos en la cima de la preocupación.
Niccolò Bellini
2- El trasero femenino es más estético que la vagina.
Pregunta para mujeres ¿en qué creen que suele pensar un hombre que para viendo los traseros de las chicas? Pues es obvio, piensa en meterla por ahí. Así que cuando hagan su rutina de ejercicios para sacar un pompis de diosa, tengan en cuenta que están fortaleciendo el deseo ajeno a sodomizarlas.
Seamos sinceros, las vaginas realmente bonitas son pocas. A menudo esa parte de la mujer más parece una herida abierta en su cuerpo y para colmo bota sangre todos los meses. Sí, sangre. Muy diferente a su ano, chiquito y bonito entre dos nalgas traviesas que excitan desde un primer momento.
Para la objeción a este punto está la higiene. No se diga más, el resto es irrefutable.
3- Es más placentero.
La vagina tiene normalmente una buena capacidad de dilatación, lo que dependiendo del grosor de tu pene puede reducirte el placer. En cambio, el ano de una chica siempre ajustará más sin importar las circunstancias, y por ende sentirás mayor gusto.
4- Te sientes más "poderoso" o "atrevido".
El sexo anal heterosexual está presente en la humanidad desde sus inicios, pero hasta la fecha sigue siendo una práctica mal vista o considerada poco habitual y hasta osada. Por un factor de simple psicologia inversa, es normal que se te suba el ego siempre que logres invadir el trasero de una chica, que sientas que has "cruzado el límite", que llegaste a donde cualquiera así nomas no llega, etc.
5- A ellas también les puede gustar y mucho.
Por un tema tabú muchas chicas se resisten a siquiera dejar que les pongan un dedo en medio del trasero, siendo también común que otras lo practiquen ocasionalmente sólo para complacer a la pareja. No obstante, también hay mujeres que disfrutan mucho el sexo anal y son las primeras en pedirlo.
En varios de esos casos verás que no es algo que les agradó de la noche a la mañana, sino luego de algunos intentos y fluida comunicación con la pareja. Si eres paciente y sutil, quizá a la larga puedas abrir el trasero de tu chica más seguido de lo que ahora crees. Suerte.
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