1- Maine Coon
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Es originario de Maine (USA) y tiene un aspecto más o menos parecido al mapache. De mirada holgazana, esta raza de gato suele pasar los diez kilos, además de alcanzar un tamaño de hasta 70 cm. No obstante, su principal peculiaridad no es ni el peso ni el tamaño, sino su voz con diversas tonalidades.
2- Ragdoll
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A este tipo de gato se le puede considerar una raza originada por la mezcla entre gatos birmanos, persas y siameses. Tan solo al cumplir los tres años ya alcanzan una estatura de 90 cm, el cual suele ser su tamaño máximo, aunque hay excepciones. Y por si esto fuera poco, pueden sobrepasar los ocho kilos.
3- Cheetoh
Su nombre alude a los patrones de su pelo que se asemejan a los de un chita. Suelen alcanzar hasta 30 cm y pasar los diez kilos, pero no se ven gordos por su aspecto atlético. Son muy activos.
4- Savannah
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Aunque es un felino a todas luces, su aspecto es algo intimidante porque no luce como un gatito, sino como un tigrillo o cualquier felino salvaje presto a tratarte con rudeza o de plano a atacarte. Es fruto de una extraña mezcla entre algún gato doméstico y un Serval, un felino salvaje de África. Pueden pasar tranquilamente los 11 kilos, cosa que no se nota mucho debido a su cuerpo de gran tamaño (que varía según la mezcla), largo y esbelto.
5- Chausie
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Se le puede considerar una raza relativamente nueva que se ha hecho notar a partir de los 90s. Nació gracias a la constante mezcla de gatos salvajes y gatos domésticos de pelo corto, lo que produce chausies de tamaño grande aunque variable, pero todos de aspecto salvaje y frenético. Son por naturaleza bastante activos, por lo que pueden volverse destructivos si el dueño no le dedica tiempo y un espacio grande de la casa.
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