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La creencia de que la juventud debe vivirse a lo loco y sin límites es una idea nueva en términos históricos, pues a duras penas tiene alrededor de 55 años por la cultura hippie, la liberación sexual, la cultura del ocio, etc. Antes de ello la etapa de la juventud era la que mejor se usaba para mostrar las capacidades del individuo, lo que hoy se desperdicia casi por completo.
Claro, eso no quiere decir que los jóvenes veinteañeros de hoy deban cambiar su chip al 100%, olvidarse por completo de que están en su etapa de "exploración" y "descubrimiento", y dedicarse a ser gente productiva. Significa que se debe equilibrar ambas cosas, porque dedicarse mucho al placer y a procrastinar trae consecuencias terribles como un futuro laboral incierto, carreras poco encaminadas, poco dinero para comprar un techo y tener una vida plena en general. Vaya, eso es justo lo que muchos adultos ahora sufren y muchos jóvenes parece que andarán igual ¿verdad?
Veamos 5 cosas en la que los veinteañeros deben preocuparse, tanto o más que en la exploración de su juventud.
Trabajar recién en la mitad de los 20´s (promedio donde la mayoría de jóvenes terminan sus carreras) para desempeñarte en lo que estudiaste no es la forma más inteligente de ingresar al mercado laboral. Trabajar desde temprana edad es vital para el desarrollo de tu sentido de la responsabilidad,la formación de tu carácter y el afinamiento de tus capacidades sociales con personas de todo tipo. Estaría bien que si tienes 18 años, trabajes al menos medio tiempo en un restaurante o consigas un puesto que te demande muy pocas horas a la semana. Si tienes el privilegio de poder trabajar en algo de lo que piensas desarrollar en el futuro, aprovéchalo como una auténtica bendición.
Esto va más allá del dinero a corto plazo: tus primeros diez años como trabajador en gran manera definen cuánto es lo que percibirás en el resto de tu vida adulta. Además, las amistades que puedas hacer en los primeros trabajos de tu juventud son muy importantes, tanto como las de tu colegio o universidad, y en algunos casos, más importantes aun.
2- Cambiar los defectos del carácter
Sí, infancia es destino, pero otra etapa crucial de la vida de una persona son sus veintes. La moda actual de considerar a esta etapa como "la segunda parte de de la adolescencia" o "etapa para vivir al máximo" ha traído mucho daño. La década de los veintes es la etapa donde el cerebro y la personalidad del individuo desarrolla más cambios que en cualquier otra en busca de un estado definitivo, en ese sentido es más importante e intensa que la adolescencia. Si hay cosas de tu comportamiento que deseas cambiar, como ser más disciplinado, o más activo, o más sociable, etc, este es el mejor momento. Después de los treinta es bastante difícil, la mayoría ya "está hecho a sí mismo" y así se quedan hasta la tumba.
3- Estudiar una carrera
Hay personas que por diversas circunstancias de la vida no estudiaron una carrera justo después de acabar la secundaria como es lo habitual (e ideal), sino que se dedicaron solo a trabajar (o a no hacer nada, literalmente). Acabar recién una primera carrera a los 30 es un serio error si se pretende vivir de ella, Las empresas no contratan a gente mayor de 28 años si no tienen experiencia previa en el puesto, la cual se espera que sea mayor mientras más edad se tenga. El mercado laboral no tiene piedad. Mucho cuidado. Esa frase de "nunca es tarde para estudiar" es otro pensamiento mágico que trajo mucho daño a la generación milennial.
4- Desarrollar todos los proyectos y hobbies
Muchos jóvenes tienen como meta personal, más allá de sus ambiciones profesionales, desarrollar o hacer una pequeña incursión en algo multidisciplinario, como por ejemplo hacer videos, escribir un libro, hacer un demo musical, aprender, o incluso aprender idiomas, etc. Un veinteañero está en su mejor etapa para todo ello pues cuenta con el tiempo, fuerza, flexibilidad, y potencial mental. Desgraciadamente son los objetivos que más se procrastinan y pesan amargamente después.
5- Buscar a la pareja adecuada
El matrimonio no se trabaja cuando se firma el papel, sino desde antes de hacerlo. No es que haya que volver a los años 40 donde las chicas se casaban a los 18 con un profesional de 30 y 35 años sin que ninguno de los dos haya catado a otro antes. La idea es que no se aprecien los años dorados como un mero hedonismo, sino como la mejor oportunidad de definir el perfil de la persona con la que deseamos estar. Meterse con cualquiera deja la puerta libre para que las personas acumulen resentimientos y traumas en su interior, lo que influye en sus problemas sentimentales en la madurez ¿han escuchado los términos como "mochila pesada", "idas de olla", etc que dicen muchas personas que salen huyendo de otras luego de una cita? Pues eso.
Esto va más allá del dinero a corto plazo: tus primeros diez años como trabajador en gran manera definen cuánto es lo que percibirás en el resto de tu vida adulta. Además, las amistades que puedas hacer en los primeros trabajos de tu juventud son muy importantes, tanto como las de tu colegio o universidad, y en algunos casos, más importantes aun.
2- Cambiar los defectos del carácter
Gonzoo
Sí, infancia es destino, pero otra etapa crucial de la vida de una persona son sus veintes. La moda actual de considerar a esta etapa como "la segunda parte de de la adolescencia" o "etapa para vivir al máximo" ha traído mucho daño. La década de los veintes es la etapa donde el cerebro y la personalidad del individuo desarrolla más cambios que en cualquier otra en busca de un estado definitivo, en ese sentido es más importante e intensa que la adolescencia. Si hay cosas de tu comportamiento que deseas cambiar, como ser más disciplinado, o más activo, o más sociable, etc, este es el mejor momento. Después de los treinta es bastante difícil, la mayoría ya "está hecho a sí mismo" y así se quedan hasta la tumba.
3- Estudiar una carrera
Nuestra Generación
Hay personas que por diversas circunstancias de la vida no estudiaron una carrera justo después de acabar la secundaria como es lo habitual (e ideal), sino que se dedicaron solo a trabajar (o a no hacer nada, literalmente). Acabar recién una primera carrera a los 30 es un serio error si se pretende vivir de ella, Las empresas no contratan a gente mayor de 28 años si no tienen experiencia previa en el puesto, la cual se espera que sea mayor mientras más edad se tenga. El mercado laboral no tiene piedad. Mucho cuidado. Esa frase de "nunca es tarde para estudiar" es otro pensamiento mágico que trajo mucho daño a la generación milennial.
4- Desarrollar todos los proyectos y hobbies
ModernTips
Muchos jóvenes tienen como meta personal, más allá de sus ambiciones profesionales, desarrollar o hacer una pequeña incursión en algo multidisciplinario, como por ejemplo hacer videos, escribir un libro, hacer un demo musical, aprender, o incluso aprender idiomas, etc. Un veinteañero está en su mejor etapa para todo ello pues cuenta con el tiempo, fuerza, flexibilidad, y potencial mental. Desgraciadamente son los objetivos que más se procrastinan y pesan amargamente después.
5- Buscar a la pareja adecuada
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Otra cosa que está muy arraigada en nuestra cultura desde los sesentas es el llamado "amor libre" para la juventud, el cual dicta que esta es una etapa para experimentar y probar con distintas parejas antes de sentar cabeza, con el objetivo de llegar al matrimonio "bien follado", contento por "haber vivido" y con la cabeza "bien amueblada" y madura por las experiencias ¿cuál es el fruto actual de eso? Un porcentaje mayor al 60% de matrimonios acaba en divorcio, las madres solteras van en aumento a pesar de que circulan todo tipo de anticonceptivos, cantidad espantosa de hijos sin figura paternal o con el padre impedido de verlos, mujeres con ya 40 años que no se casaron y que tampoco son fértiles, etc. Una verdad como un puño, aunque políticamente incorrectísima.El matrimonio no se trabaja cuando se firma el papel, sino desde antes de hacerlo. No es que haya que volver a los años 40 donde las chicas se casaban a los 18 con un profesional de 30 y 35 años sin que ninguno de los dos haya catado a otro antes. La idea es que no se aprecien los años dorados como un mero hedonismo, sino como la mejor oportunidad de definir el perfil de la persona con la que deseamos estar. Meterse con cualquiera deja la puerta libre para que las personas acumulen resentimientos y traumas en su interior, lo que influye en sus problemas sentimentales en la madurez ¿han escuchado los términos como "mochila pesada", "idas de olla", etc que dicen muchas personas que salen huyendo de otras luego de una cita? Pues eso.
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