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miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Por qué los hombres le temen al compromiso / matrimonio? 5 RAZONES VERDADERAS (ningún Peter Pan ni qué ocho cuartos)



Nota: Un hombre con miedo al compromiso en por lo menos el 90% de los casos es un varón de 30 años en adelante, con estabilidad económica y con un mínimo aceptable de capacidad para atraer mujeres.

1- Un importante grupo de las mujeres que los pretenden tiene más de 30 años



Sí, comúnmente mantras como el "los hombres temen al compromiso, "los hombres se asustan ante mujeres fuertes e independientes", etc, vienen de mujeres que están como mínimo a un pie de la treintena en adelante. Cuando una mujer más joven dice las mismas frases, casi siempre solo es porque están repitiendo como loros lo que sus tías o amigas mayores andan diciendo.

En este caso específico, el "miedo" de los hombres para formalizar con mujeres ya no tan jóvenes se traduce en el lenguaje de la sinceridad como un "no les interesan las treintañeras, así de simple". Sucede que los hombres por naturaleza siempre prefieren a lo largo de su vida a mujeres más jóvenes que él, y una vez que pasan la treintena o incluso llegan a los cuarenta, siempre sentirán una atracción especial por las veinteañeras, y si se pueden permitir ir tras ellas (el estatus social a menudo es una llave para ello), sin duda lo harán. 

Por eso, siempre, aunque suene machista, las mejores oportunidades que tiene una mujer para enganchar un hombre toda la vida es durante sus años dorados (sus veintes). Las chicas de hoy están en todo su derecho a usar su rango de edad mejor cotizado en lo que deseen (amor libre, promiscuidad, etc), pero a menudo la triste consecuencia es que terminado su mejor decenio atraviesen por serias dificultades para formalizar, y de hecho muchas terminan condenadas a la soltería.

Mujeres, sean todo lo libres que quieran, pero entiendan que hay posibles escenarios futuros como consecuencia y culpar a otros no es propio de una persona libre e independiente.


2- Quieren aprovechar su mejor momento (sus 30s), tal como lo hicieron las mujeres con el suyo (sus 20s)


Un hombre que supo aprovechar su tiempo, llegando a puertas de los treinta años o atravesando ya esa franja, se encontrará cara a cara con la estabilidad laboral, un buen sueldo, un auto, un departamento o quizá hasta un techo propio. Esos logros con frecuencia convierten a un hombre en "interesante" para un grupo o gran grupo de mujeres de todas las edades.

A menudo ese estatus obtenido sirve como un buen complemento: si el varón en cuestión es guapo, ahora su estabilidad lo volverá más atractivo; si es normalito o feo, su poco atractivo natural se verá compensando por sus logros.  No obstante, cabe resaltar que eso no sucede con la mujer; aunque ella en estos tiempos también alcanza estabilidad más o menos a la misma edad, para un hombre una chica no se vuelve más por alcanzar el éxito: si es guapa, su éxito no la hará más guapa; si es fea, su éxito no le compensará nada ante el sexo opuesto. 

Una fémina de 30 años o más, por más desarrollo profesional que tenga, es una candidata de segunda o tercera categoría (a veces menos) para un hombre en su mismas o mayores condiciones. Sí, ajá, es ignorada por su edad y el deterioro físico que eso implica.  Como se dijo en el punto anterior, la juventud es un requisito del hombre, y más si éste tiene poder para elegir.

Una mujer promedio de veinte años puede comerse a cuantos hombres quiera, está en su mejor momento. Un hombre promedio de veinte años (promedio = atractivo físico regular, poca extroversión, poco dinero, poca o nula popularidad, etc) a menudo sufre en silencio por la falta de atención femenina. Su momento de atractivo potencial recién llega cuando pasa los treinta y alcanza parte de sus metas. Irónicamente para las mujeres, justo en ese periodo, su poder sexual va cayendo en picado. Paradojas de la naturaleza que no nos hizo iguales.

Así como ellas tienen el derecho de usar sus veintes para despreciar muchos hombres en aras de experimentar siempre con "los mejores" ¿por qué ahora ellos deben renunciar a su derecho de disfrutar de la variedad adolescente/juvenil y el no compromiso? Qué síndrome de Peter Pan ni qué nada, chicas, no sean egoístas, el solipsismo es una filosofía que no se sostiene.


3- Las mujeres que los pretenden a cierta edad suelen estar "muy usadas" y con ciertos "traumas"



Es comprensible que este punto parezca muy ofensivo, pero para bien o para mal es el punto de vista que comparten casi todos los hombres aunque no siempre lo digan en voz alta frente a una chica. Resulta que no solo la edad se vuelve un obstáculo para una mujer, sino también que cierta cantidad de años encima sugiere un kilometraje emocional y sexual, que en los tiempos que vivimos probablemente sea demasiado alto. 

Vamos, por más que ahora todos se la quieran dar de modernos y feministos, a casi ningún hombre le es indiferente la cantidad de parejas sexuales que haya tenido una mujer, menos aun cuando el varón en cuestión no pudo tener el mismo recorrido en su época de veinteañero (de hecho, la mujer promedio siempre fornica más que el hombre promedio). Esa sensación de que estará en desventaja, de que será comparado con todos los amantes anteriores, de que nada de lo que haga la llenará porque otros ya lo hicieron, etc, difícilmente encuentra alivio.  

Por otro lado, el hecho de que una mujer llegue a cierta edad y no haya formalizado con nadie, también le sugiere al varón que algo anda mal en su equilibrio emocional. Y a menudo, por desgracia, eso es muy cierto, ya que tantas relaciones fallidas dejan ciertas manías y traumas en dichas féminas. A menudo esa situación es descrita por los hombres como "una mochila emocional pesada" que, quieran o no, terminan poniéndoles encima.



Y claro, muchas mujeres cometen una especie de autosabotaje que empeora el problema, porque sumado a las dificultades mencionadas, no disimulan su desesperación por enganchar un hombre para evitar que el "tren se pase". Eso genera en el varón la sensación de una mujer loca y psicópata que es incapaz de amarlo, sino que solo lo usará para sus planes: no acabar como solterona.

4- El riesgo de sufrir infidelidad es más grande que nunca



Casi todos los hombres han notado que la mujer moderna es más exigente que nunca, que no se contenta con nada y que ahora, con la propaganda feminista de "te lo mereces todo", no escatima en dejar a su pareja a la primera oportunidad de conocer a otro que le parezca mejor, o lo que es peor: a ponerle los cuernos. Y bueno, ser un cornudo es algo que los hombres se toman mucho más a pecho que las mujeres ¿entonces para qué arriesgarse? si la relación elegida no es matrimonial, entonces no hay cuernos que sean tan desastrosos, se vive-de cierta forma- con un mínimo de paz mental.

5- El riesgo de divorciarse y perderlo todo es enorme


Este punto tiene relación con el anterior. Las estadísticas no mienten: el 70% de los divorcios de hoy son iniciados por las mujeres. Ya sea por aburrimiento y/o infidelidad (cosas en que cae muy fácilmente la mujer moderna), el riesgo de que un hombre deba afrontar un divorcio es enorme. Y por si esto fuera poco, en realidad esto no es lo peor que le puede pasar, sino que los juzgados tienen la tendencia de entregar la custodia de los hijos a la mujer, de sacarle cuantiosas pensiones al hombre y hasta quitarle el techo. Ni siquiera ser convivientes parece evitar el gran riesgo, porque la ley de varios países establece que la mujer tiene derechos sobre el techo del novio que la cobija luego de dos años.

Ante estas realidades ¿cómo no esperar que el hombre le tema al compromiso? 

    

2 comentarios:

  1. Es la verdad, como uno querría un matrimonio si eso puede arruinar la vida?

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  2. Mis sinceras felicitaciones al escritor o escritora de este artículo.
    Resume bastante bien las razones principales.

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